viernes, 1 de julio de 2011

Un Peinado Para Cada Pendiente



Un peinado de temporada para cada pendiente. Porque es necesario pensar en frío y saber elegir el look que favorece a cada joya en función de su forma, de su longitud o de la profusión de sus materiales, aquí les presentamos algunos ejemplos.




Cuanto más grandes sean los pendientes, más pulido debe ser el recogido. ¿Los motivos? Ceder el protagonismo absoluto a la joya, sobre todo si se trata de una creación como la que propone Chanel. Una coleta baja con marcada raya al medio y efecto wet puede ser la alternativa perfecta.
Unos pendientes como éstos de Chanel, en oro blanco y negro y de carácter ligero, pueden permitírselos todo tipo de rostros aunque, sobre todo, los redondos.



Sin duda, los tonos coral son muy favorecedores, sobre todo si se lucen con una piel ligeramente bronceada. Ralph Lauren nos propone unos pendientes de estética vintage, con camafeo incluido, en esta gama cromática. Teniendo en cuenta que el juego de proporciones es fundamental, resulta infalible combinarlos con un recogido minimal: bajo y capaz de despejar las facciones al máximo.




A la hora de maridar peinado y pendientes, hay que tener en cuenta el resto del outfit para buscar un equilibrio natural. Aunque combinar pendientes y detalles joya en el cabello está permitido, Chanel  lo conjuga en su justa medida: pendientes de forma curvada con detalles de perlas + pasador romántico de proporciones mínimas + recogido relajado.




Otra propuesta de Chanel. El recogido se lleva a cabo directamente con los dedos, aunque se insiste en el volumen comedido de las raíces.

                                                                               



Otro ejemplo que replica un juego de proporciones en toda regla. Oscar de la Renta propone unos espectacularse pendientes de formas geométricas en oro amarillo que quedan totalmente a la vista gracias a un recogido que sale desde las sienes hacia atrás para enmarcar con rotundidad la joya.

                                                                               





Armani Privé propone unos excesivos pero favorecedores pendientes chandelier con detalles de cristal de longitud extrema que tocan el cuello. Para lucir un par de estas dimensiones, es fundamental despejar la zona de los hombros, con un moño ultrapulido y pegado al cráneo que no añada volumen al conjunto. Fundamental también un escote palabra de honor.




Armani Privé retoma el color fetiche de Giorgio en unos pendientes con forma de pera y detalles de cristal. De gran peso y dimensiones y estructura rígida, necesitan un peinado liviano que armonice las texturas pero que despeje por completo los laterales.





Giorgio Armani recupera como único elemento del peinado un turbante que accesoriza a la perfección unos pendientes XL de piedras preciosas. Es una apuesta ecléctica que nos encanta.



Aunque unos pendientes de estética vintage combinan a la perfección con una semirrecogido casual que los deje a la vista, si tienes un rostro anguloso puedes permitirte combinarlos, incluso cuando sobrepasan la altura de la mandíbula, con un recogido soberbio como el que propone Oscar de la Renta.




Otra alternativa a unos pendientes chandelier de plata envejecida es una coleta baja y delicada, con marcada raya al medio y algunos mechones sueltos que insinuan naturalidad pero que no restan protagonismo a los accesorios. Lo propone Ralph Lauren.




Desterrados durante algún tiempo al olvido, Dolce & Gabbana recupera con acierto los pendientes criolla en oro amarillo y versión XL. Para lucirlos es importante recurrir a un recogido de líneas sencillas que les ceda discretamente el protagonismo. Si se declina en una versión ligeramente despeinada, el look gana puntos.



Fuente: vogue.es

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